La seguridad en caso de incendio en edificación consiste en reducir a límites aceptables el riesgo de que los usuarios de un edificio sufran daños derivados de un incendio de origen accidental, como consecuencia de las características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento. Esto significa que hay que garantizar tanto la integridad física de las personas y sus bienes en viviendas como proteger instalaciones que prestan servicios básicos para la sociedad como bibliotecas, hospitales y colegios.
La correcta protección de un edificio contra el fuego depende fundamentalmente de la existencia de unas adecuadas instalaciones de protección contra incendios.